El individuo ya se me estaba atrasando mucho. Si son observadores habrán notado que entre las fechas de las fotos ha pasado mucho tiempo sin actualización. Lo que ya empieza a hablar del incumplimiento por parte de este tipo llamado Carlos Duarte Alvarado.
Aquí comienza la verdadera pesadilla. Les tengo que contar para que entiendan la historia porque de otro modo se confundirían.
Tuve que quitar de la calle mi carrocería por la supuesta queja de una vecina. Y este tipo me dijo que ya no podía trabajar ahí de nuevo. No se si se agarró de lo de la vecina como pretexto o si realmente también a el le habían levantado la queja.
El caso es que me dijo tener un taller ya listo y que ahí podría trabajar mejor y sin molestar a nadie. Me pareció buena la idea y me decidí a mandarle en grúa mi carcacha. El taller no estaba tan lejos de casa y podría ir a ver mi coche antes de ir a trabajar.
El día 14 de mayo de 2008 le lleve mi carcacha con la esperanza de verla terminada al menos al siguiente año.
Aunque no todo se quedo igual. Si hubo cambios.
Mi camioneta se fue llenando de partes de otros trabajos. De materiales. De basura.
Un día fui después de no haberme parado ahí por un mes y ¡Zaz!, que no lo encuentro. Ya me había imaginado lo peor y resulta que al llamarle al celular. Estaba a solo unas casas del taller. Se había cambiado por diferencias con el dueño y dijo que este lo había sacado antes del vencimiento. Si, claro. ¡Pero nunca me aviso!
Resulta que luego de no se cuanto tiempo se viene de vuelta al taller donde estaba antes (que raro, ¿no que había diferencias con el dueño?). Se lleva ahí a mi camioneta. Y todo sigue igual.
¿Recuerdan que les había mencionado que nunca vi terminado un Buick 1950? Pues este era como su sombra. A donde iba el, ahí iba el carro. Siempre desarmado y lleno de basura. lo mismo que mi camioneta.
Cuando volvió a este taller solo hubo promesas. Aparte en esos días a mi me había ido mal y no tenia para llevarle dinero, por eso tampoco lo apuraba tanto.
Pero la suerte me sonrió y conseguí algo de dinero. Lamento el día en que le pregunté que con cuanto la terminaría porque la mitad de ese dinero se fue para nunca volver. El tipo era de lo mas conchudo. Bueno, tan cínico era que cuando le dije que me terminara el trabajo me pidió mas dinero, porque el anterior ya se lo había gastado. Lógicamente le reclamé y después de discutirlo, aceptó que me pagaría y yo me llevaría mi coche.
Aceptó que me pagaría. Pero de eso a pagar. Pues nunca lo hizo. Y yo regresé a casa fracasado y frustrado.
¿El tipo? Pues se largó del taller en donde según él era socio, y se llevó sus cosas, su herramienta y el Buick. Menos mal que yo si pude recuperar mi camioneta. Lo que estará sufriendo el dueño del Buick para localizar a este conchudo.
En fin. Como lo mencioné al principio del álbum. Al parecer encontré ya un taller muy cerca de mi trabajo. En unos días más veremos como trabaja.
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